EL RINCÓN VERDE
Igual que los humanos tenemos nuestra ropa de invierno (plumas, gorro, bufanda) y la de verano (bañador, sandalias), nuestros amigos los animales tienen un cambio de aspecto natural, dependiendo de la época del año en la que se encuentren.
Todos hemos visto en documentales ejemplos tan llamativos como el armiño o el zorro ártico con un cambio total en el color de su pelaje según estén en invierno o verano.
Nosotros lo veremos estudiando al duende de nuestros bosques, el simpático corzo (Capreolus capreolus).
Invierno: Presentan un pelo grisáceo y denso, con manchas blancas en cuello y garganta denominada “babero”. Por otro lado, su cuerna se muestra cubierta de una capa aterciopelada llamada “borra”, de la que se irán desprendiendo restregándose contra los árboles y arbustos.
Verano: El pelo es corto y de color marrón rojizo y las cuernas se ven completamente limpias.
Gabriel González