El instituto María Zambrano cuenta con un grupo de mediadores que vela por la solución de los problemas entre los propios estudiantes
Los conflictos, problemas, enfrentamientos… son prácticamente inevitables en cualquier grupo, institución o entidad social. Se presupone que estos deben ser resueltos, normalmente, por una autoridad neutral que en la gran mayoría de los casos cuenta con una superioridad jerárquica respecto a las personas que protagonizan el conflicto. En el Instituto María Zambrano de El Espinar existe un grupo de convivencia, formado por estudiantes del centro, cuyo objetivo es la resolución de problemas que existen o puedan surgir. Este grupo está integrado por jóvenes, desde tercero de la ESO para arriba, con la voluntad principal de mediar.
Dentro de ese grupo de convivencia, ha surgido un proyecto llamado Entre iguales, que pretende que los conflictos se resuelvan sin la necesidad de que intervenga el profesorado, los padres, o cualquier agente externo a los propios estudiantes. “Yo creo que el programa Entre iguales plantea que no es lo mismo que un profesor entre en un conflicto a que lo haga un profesor, porque al final, quien pasamos más tiempo, somos los alumnos con los alumnos. Entonces, conocemos más nuestras circunstancias, conocemos más nuestra situación y, al compartir entorno, tenemos una idea más clara para resolver un tipo de conflicto u otro”, asegura Alberto, uno de los estudiantes que forma parte del programa como mediador.
Para el aprendizaje en la mediación de conflictos, los estudiantes recibieron una formación en 2 sesiones de 3 horas en las que les enseñaron los asuntos generales y los puntos básicos que hay que tener en cuenta a la hora de mediar. “Esto se aprende más cuando practicas, pero nos enseñaron cómo tienes que tratar a una persona a la hora de mediar, qué puntos son clave para que dos personas consigan resolver un conflicto entre ellas”, comenta Alberto. En el momento de la entrevista, aún no se habían enfrentado a ninguna mediación, “pero nos han dicho que trataremos de actuar en los problemas en los que las dos partes estén de acuerdo en que quieren resolver el problema. Si una de las partes no está de acuerdo entonces no se puede hacer. Y, aparte, hay cosas que directamente las lleva Jefatura, como casos de agresión y cosas así. Pero, malentendidos y cosas así, sí las lleva el grupo de convivencia”, declaraba Emma, otra de las alumnas mediadoras.
Itziar, que también es mediadora, destaca que se “podrían enfrentar a cuestiones como malentendidos entre dos alumnos, cosas relacionadas con las redes sociales, y también ante dos alumnos que uno puede pensar que algo que ha hecho lo hacía a malas y el otro no lo tiene tan claro, piensa que lo que está haciendo no era tan malo”.
“Los que nos hemos presentado al grupo de mediadores lo que buscamos al final es que los conflictos que hay en el instituto se puedan resolver de una manera más tranquila, más pacífica y, el caso, que se puedan resolver”, estudiantes, en resumen y como viene a comentar Alberto, con el interés de ayudar a la resolución de problemas.
Ver esta publicación en Instagram
Preguntados por si consideran que el centro del municipio es más o menos conflictivo que otros, Emma, que ha estado en otros centros señala que “en todos los que he estado había una serie de conflictos diferentes y en este en general parece que hay menos. Y creo que ahora con el grupo de mediación va a haber menos que antes. Porque la mayor parte de conflictos se dan fuera del instituto y dentro no suele haber muchos problemas, desde mi perspectiva”.
“Normalmente los conflictos se dan entre bastantes personas, porque nos conocemos muchos con muchos y cuando dos personas entran en conflicto, habitualmente hay más personas que se ven implicadas”, explica Itziar.
Grupos de WhatsApp seguros
Dentro del grupo de convivencia y mediadores, ha surgido otro proyecto bautizado como “CONVITEL”, que ya lleva funcionando un curso, que se basa en el control y la supervisión por parte de estudiantes de bachillerato de grupos de WhatsApp de las diferentes clases de primero y segundo de la ESO. Los mediadores vigilan el contenido y tratan de resolver y mediar ante los posibles conflictos que surjan.
“Cada uno tenemos asignado una clase, en mi caso 1E, donde los niños dentro del grupo participan para pasarse deberes y contar problemas de clase. Y cuando hay algún conflicto pues vienen hacia nosotros, porque este grupo está hecho con la idea de que cojan confianza hacia alguien y puedan recurrir a personas cuando les pase algo, y luego de nosotros pasa a Jefatura y ya intervienen ellos”, explica Naiara, estudiante de bachillerato que forma parte del proyecto.
Lola, que lleva formando parte del proyecto como mediadora desde el año pasado, señala que “el año pasado no tuve ningún tipo de conflicto y lo que llevo de este tampoco. Pero, ha habido casos el año pasado de pasar algunas cosas por el grupo que no se debían pasar. Y nosotros lo intentamos mediar y luego avisamos a Jefatura si vemos que la cosa va más grave y ya intervienen ellos”. El problema concreto al que se refiere Lola fue el envío de unos “stickers” inadecuados para un grupo de clase.