El espinariego y su compañero segoviano Antonio Bernardos completan con éxito su segunda participación en la competición
El espinariego Pedro Luis Arribas Moreno y su compañero segoviano Antonio Bernardos han vuelto a conquistar Marruecos a bordo de su Fiat Panda, completando con éxito su segunda participación en la Panda Raid.
Tras más de 2.200 kilómetros recorridos en seis etapas, los aventureros han alcanzado una meritoria 20ª posición en la general, situándose entre los diez primeros equipos españoles de una prueba que ha congregado a cientos de participantes internacionales.

Antonio y Pedro en la meta
“La experiencia ha sido muy buena. Este año ha llovido, se suspendieron dos etapas por el barro, pero aun así, muy contentos. Nos hemos sobrepuesto a todo, incluso a una avería mecánica el último día”, relató Pedro.
La aventura no estuvo exenta de desafíos. En la última etapa, una ballesta trasera se partió, lo que estuvo a punto de dejarles fuera de competición. Pero la astucia mecánica de Arribas les salvó una vez más: “Tuvimos que improvisar. La atamos con una eslinga al chasis y pudimos acabar. Y con eso, ganamos tres posiciones. Esas cosas también tienen su punto”, confesó.
A diferencia de su debut en 2024, donde finalizaron en el puesto 68, este año han competido con más experiencia y una navegación más precisa. Aunque una penalización por radar les costó 50 puntos, su estrategia y regularidad les mantuvo entre los mejores clasificados: “Empezamos esto como una aventura, pero ya va cogiendo tintes de competición. Cada segundo cuenta, cada fallo te penaliza y te puede hundir. Hay que estar muy atentos a todo”, explicó.

Foto de grupo
El piloto destaca el ambiente que se vive tanto entre los participantes como con la población local: “Lo mejor es el compañerismo. Si alguien se queda tirado, todos paramos. Y la gente en Marruecos te trata de maravilla. Hasta la policía para el tráfico para que pasemos. Muy diferente a lo que estamos acostumbrados aquí.”
Tampoco faltaron las anécdotas: desde niños que pedían caramelos en mitad del desierto hasta platos típicos servidos por un hotel local que se encargó del catering: “La comida fue buenísima. Siempre comimos genial: pasta, carne, de todo. Aunque a veces no tenías ni tiempo de parar y tirabas con lo que hubiera”, recordó.
Pedro y Antonio ya piensan en repetir la hazaña: “Nuestro objetivo para la Panda Raid 2026 es el de siempre: acabar. Si luego quedamos bien, mejor, pero con terminar ya nos damos por satisfechos”.