“La atmosfera musical y artística que hay en Basilea es muy buena y prometedora para los músicos”
Forma parte de un trío musical, “Ex-Sentia Ensemble”, junto con un percusionista segoviano y un pianista estadounidense
Miguel Fernández de la Fuente, espinariego de 25 años del núcleo de San Rafael, lleva desde el año 2020 residiendo en Basilea, ciudad de Suiza, donde ha finalizado un máster de Interpretación y ahora cursa otro en Pedagogía Musical. Más de 1500 kilómetros le distancian actualmente de su hogar natal en el municipio. Un viaje que emprendió para formarse, aún más, como músico profesional y, en concreto, como saxofonista. Finalizó el Conservatorio Superior de Saxofón en Madrid, y decidió marcharse al centro de Europa para crecer, aprender y trabajar en la profesión que ama.
Da clases en una escuela de música, forma parte de un trío musical junto con otro segoviano que es percusionista y un norteamericano que toca el piano, y está inmerso en un proyecto con una compañía en el Teatro de Basilea en el que van a interpretar unos 15 conciertos de una ópera, entre otras cuestiones. Nosotros tuvimos el placer de charlar con él para conocer más detalles de su día a día, de sus pretensiones y de su crecimiento como profesional de la música:
P: ¿Por qué Suiza, por qué Basilea?:
R: Todo viene de una herencia de mi profesor del Conservatorio Superior, Pedro Pablo Cámara, que estudió aquí. Él es también saxofonista, estudio aquí en Basilea, y en las clases lo mencionaba mucho. Y a mí me surgió la curiosidad. Yo, por supuesto, no tenía ni idea de donde estaba cuando empecé. De niño escuchas Suiza y lo ves como algo muy lejano, como algo idílico. Y empecé a buscar más información, encontré al profesor que tengo aquí, la escuela, otros profesores… Y la atmosfera un poco musical y artística que hay aquí, en Suiza en general, pero en concreto en Basilea, es muy muy buena y prometedora para los músicos.
Hay muchas especialidades y los profesores son muy punteros en muchas especialidades, no solo en saxofón sino en general. Y, además, una cosa muy importante son los recursos que tiene Suiza, que eso no te das cuenta hasta que llegas aquí. Siempre lo escuchas y piensas “ah bueno tienen mucho dinero”, pero no es solo el dinero que tienen, que tienen mucho, sino los recursos que aportan y cómo utilizan ese dinero. En concreto para la escuela, para la música y para el arte en general, lo potencian mucho a través del dinero que tienen. Dan muchas ayudas a conciertos, promueven la escuela de música, etc.
P: Finalizas el Conservatorio Superior, haces un máster y según lo acabas haces otro, para ti la formación es un pilar fundamental en tu profesión, ¿no?:
R: Sí. Ya desde casa me lo han enseñado siempre mis padres. Que cuanto más te formes más sabes, más conoces del mundo. Y, al final, el estudiar otro máster ya no solo era una excusa para quedarme aquí en Suiza como estudiante, que siempre la vida estudiantil hay que alargarla lo máximo posible -entre risas- sino que, toda formación siempre es buena. En concreto, el master en Pedagogía siempre te abre muchas puertas, te ayuda mucho y para la música es un pilar fundamental saber tocar y enseñar a otros.
P: ¿Cuál es el objetivo fundamental, la meta, a la que quieres llegar con todos los estudios y la formación que estás adquiriendo?:
R: Disfrutar de la música y hacer disfrutar a otros con la música. Ahora mismo en este máster en Pedagogía estoy aprendiendo cómo transmitir, cómo enseñar las cosas técnicas a los alumnos, pero principalmente el objetivo es disfrutar con la música, hacer música y formarme y vivir con ella toda la vida.
P: Tus estudios te han permitido formar parte de conciertos o recitales muy destacados. Entre otros, tuviste la oportunidad de ser el saxofón solista en un concierto con una orquesta de Basilea, ¿cuáles más destacarías?:
R: Destacaría ese concierto, en el que toqué como solista en lo que llaman Abschlusskonzerte¸ es decir, conciertos finales de la escuela donde estoy estudiando. Fue un concurso que hace la escuela todos los años y bueno pues tuve la oportunidad de participar y, por suerte, gusté al jurado, me eligieron y tuve la oportunidad de tocar con la Orquesta Sinfónica de Basilea, junto con otros cuatro estudiantes. Fue muy bonito… Vinieron mis padres, todos mis amigos… Fue un placer.
Además, ahora mismo, estoy haciendo otro proyecto junto con mi trío “Ex-Sentia Ensemble” que consiste en cuatro conciertos alrededor de Suiza. Hemos hecho dos y ahora nos quedan otros dos. Digamos que es un tour de conciertos, autofinanciado por nosotros, pidiendo dinero a fundaciones, escribiendo a compositores, un contacto mucho más directo, gestionado y tocado por nosotros.
Y destacaría también mis recitales. Mi recital final de mi Máster en Interpretación que hice también aquí en Basilea en 2022, que fue un acto muy bonito y muy especial.
P: Cuéntanos detalles, aparte de los estudios que has cursado y estás cursando, de los trabajos que te han surgido allí. Ya acabas de mencionar el trío que conformas junto con percusionista segoviano y un pianista norteamericano. Cuéntanos los detalles:
R: Cuando yo llegué aquí a Basilea conocía a Santiago Villar, el percusionista, porque estudiamos juntos en el Conservatorio Profesional de Segovia, en los estudios preuniversitarios. En ese año 2020, cuando llegué y supe que Santi estaba aquí contacté con él y hablamos de formar un grupo juntos. Él propuso un par de obras y una de ellas era saxofón, percusión y piano, que en nuestro mundo, y sobre todo, en la música contemporánea y más experimental, es bastante conocido porque nuestros profesores formaron uno similar. Y entonces, encontramos a este pianista estadounidense, Jacob Mason, y empezamos un proyecto muy bonito que nos ha llevado hasta este tour de conciertos que te contaba ahora. También hemos hecho otro proyecto el año pasado con cinco compositores, ósea 5 estrenos de obras.
Normalmente tocamos música para percusión, saxofón y piano, y un elemento más, el cuarto elemento, que es la electrónica. Electrónica en vivo, electrónica reproducida…
P: Otro de tus trabajos es la escuela de música. Das clase a seis alumnos, ¿no?:
R: Es una escuela que está muy cerca de Basilea. En concreto, se ubica en un pequeño pueblo alemán que está justo en la frontera con Suiza, y sí, doy clase allí a seis alumnos y alumnas, de saxofón y de clarinete a una chica. Empecé el trabajo en febrero, que me lo cedió un amigo y compañero español que vive también aquí en Basilea. Lo cogí y lo empecé con todo el entusiasmo y las ganas, y ahí sigo y espero seguir muchos meses más.
P: También estas inmerso en un proyecto con una compañía de teatro de Basilea en la que vais realizar unos quince conciertos de una ópera-teatro:
R: Es un proyecto que me ofreció mi actual profesor, Marcus Weiss, en el que participamos como orquesta a una compañía de teatro. Nosotros somos el acompañamiento musical de esta “opereta” o teatro, no sé bien como llamarlo, en la que hay música en directo. Es un teatro mudo y llevan máscaras puestas. No son muchos integrantes dentro de la compañía, pero se van intercambiando las máscaras, entonces hay muchos roles dentro del teatro y nosotros pues tenemos que actuar según como se mueva, etc.
Llevamos unas semanas intensas de ensayos porque todas estas cosas hay que trabajarlas una y otra vez, todos los movimientos, todos los pasos… Pero bueno es muy interesante. La obra se llama “Bajo el mar”, en alemán “Unter dem meer”, y se trata de un barco que está hundido, literalmente en el escenario, y los actores se mueven a través de todo el barco, nosotros estamos metidos dentro de la estructura del barco… es muy curioso de ver.
P: ¿Cómo es la vida en Basilea?:
R: La vida en Basilea es muy tranquila. Comparado con España, sobre todo el tema de ocio y entretenimiento, es mucho más limitado. No hay tanta vida nocturna como en España. Hay muchas cosas interesantes, muchos actos culturales. Prácticamente todos los días puedes encontrar conciertos, museos, instalaciones… Ahora mismo en toda la ciudad hay una Feria de Otoño y organizan a través de las plazas principales atracciones, puestos de comida, puestos de venta de artículos… Y, posteriormente, hay una cosa muy famosa que son los mercados navideños muy conocidos en esta zona.
Pero bueno, el día a día es muy tranquilo. Se vive muy bien, todo funciona muy bien, los transportes, la ciudad es llana entonces puedes ir en bici…
P: Lo que se escucha de un país como Suiza aquí en España es que allí es todo muy caro, ¿es así?:
R: Es todo muy caro… Justamente lo hablaba con mi novia Luna, que va a venir su hermano desde España unos días, y claro comentábamos que te das cuenta de lo caro que es cuando llegas aquí. Siempre piensas “es caro”, pero cuando llegas aquí y tienes que pagarlo te das cuenta realmente de que es caro.
La comida, los productos de supermercado, se puede comprar a un precio bastante asequible. Como tenemos Alemania y Francia muy cerca pues podemos acercarnos en un momento y comprar, sobre todo, carne que es lo más distintivo dentro de la comida, el resto es más o menos parecido a España.
Y… el entretenimiento es bastante caro. El ocio, la gastronomía, los bares… en comparación con España son bastante caros. Pero bueno, te acostumbras.
P: ¿Qué es lo que más echas de menos de España?:
R: Siempre la familia, por supuesto, pero eso se echa de menos en cualquier lado. La comida, que es algo muy importante para mí, y el carácter de la gente en general. También echo de menos a todo mi grupo de amigos, al pueblo, a San Rafael, pero bueno luego vas allí y parece que todo es igual, que nada ha cambiado, y la gente te saluda tan normal.
P: Qué le depara el futuro más cercano a Miguel Fernández, ¿piensas volver?:
R: En un futuro cercano te diría que no. Está complicada la situación laboral y personal ahora mismo, entonces en un futuro cercano posiblemente no vuelva pero como la vida es muy incierta pues quién sabe.
P: Muchas gracias por tu tiempo Miguel. Y mucha suerte en todos los proyectos y frentes que tienes abiertos:
R: Muchas gracias a ti.