La Junta de Castilla y León presta un servicio en los montes con el objetivo de garantizar el desarrollo sostenible y la conservación de los valores naturales
Javier Plaza es el Jefe de la Sección de Gestión Forestal 1, del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Segovia, en la que se encuentra el municipio de El Espinar. Para hablar sobre la gestión de la Junta de Castilla y León en los montes de la localidad, es una de las personas más idónea y con más información al respecto.
Para empezar, y en cuanto a la titularidad de los espacios, en el municipio hay dos tipos de montes: los montes de utilidad pública y los montes privados. Los montes de utilidad pública son terrenos que pueden pertenecer a entidades locales, entidades autonómicas o entidades incluso de estado. En El Espinar hay montes de utilidad pública que gestiona la Comunidad de la Ciudad y Tierra de Segovia, que son “Cotera de El León” con una superficie de 583 ha, “Las Chufardas” con una superficie de 92 ha y “Mesas del Puerto” conocido popularmente como “El Baldío” de 499 ha; y los del Ayuntamiento que son “La Dehesa de la Garganta”, “Aguas Vertientes”, “Cabeza Reina”, el “Estepar”, la “Dehesa Chica”, la “Mata de Santo Domingo” y la “Cerca Portillo”. Y luego están los montes privados, que puede haber unos 20 grandes en el pueblo, y una multitud de terrenos de pequeños propietarios.
La Junta de Castilla y León no es propietaria en El Espinar nada más que de las vías pecuarias que, aunque tengan superficie forestal, no son montes como tal. En un municipio en el que el gobierno regional no cuenta con monte en propiedad, su labor es muy diversa. En los montes de utilidad pública la Junta presta un servicio, al igual que en los espacios protegidos (El Espinar es Parque Nacional, Parque Natural, Reserva de la Biosfera, está dentro de la Red Natura 2000, entre otras figuras de protección), en el que, a través de la consejería de Medio Ambiente, se gestiona, en colaboración con las entidades propietarias, las especies protegidas, los aprovechamientos forestales, la defensa de las propiedades públicas, etc. Todo ello bajo el objetivo de garantizar el desarrollo sostenible y la conservación de los valores naturales. “Digamos que la Junta interviene como soporte técnico en colaboración con las entidades propietarias. Se trata de buscar líneas de colaboración y de cooperación y trabajar conjuntamente”, señala Javier Plaza, que apunta que la labor es muy amplia, abarca muchos aspectos, a veces complejos y en los que intervienen diferentes factores. Como puede ser la titularidad de los terrenos.
Peligros
Tal y como explica el Jefe de la Sección de Gestión Forestal 1, del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Segovia, uno de los principales peligros a los que se enfrenta El Espinar y su medio ambiente es la pérdida de población ligada a la actividad primaria. Un problema que acentúa otras grandes amenazas de nuestros montes como son los incendios forestales o la pérdida de determinados ecosistemas y especies. “La ganadería extensiva es fundamental para mantener muchos sistemas; los trabajadores del monte son muy importantes; los cazadores también son necesarios, aunque estén mal vistos, pero son muy necesarios para muchas actividades; los agricultores, mucha agricultura de montaña genera ecosistemas y ecotonos que son biodiversidad también”, apunta.
“Los que tienen el problema de incendios forestales son los países del primer mundo, son los más desarrollados, los que más medios tienen. Estados Unidos, Canadá, España, tenemos un verdadero dispositivo monumental. Y aún así, nos arrasan los incendios. ¿Por qué? Porque no miramos al paciente. El paciente es el monte. ¿Cómo está el campo para que nos suceda eso? Entonces nos olvidamos de esa parte, nos centramos en la extinción, que además es cara, y nos olvidamos del campo”. Preguntado por las soluciones, Javier Plaza señala que “hay que mantener las actividades primarias. No hay que demonizar ni al agricultor, ni al ganadero ni al trabajador forestal, son fundamentales. Sin esa gente lo perdemos todo, porque esa gente va a ser la herramienta fundamental para podernos adaptar al cambio climático. No podemos hablar de adaptación sin trabajadores del monte, sin ganadería extensiva y sin agricultores”.
La riqueza de la biodiversidad del municipio en enorme. “Desde el punto de vista sistemas ecológicos, valores naturales, especies… Digamos que El Espinar prácticamente tiene todo lo que está en el sistema central. No tiene mucho que envidiar a nadie”, señala Javier Plaza, que asegura que la localidad es una joya a nivel medioambiental. Respecto a lo que pueden hacer los vecinos del municipio para cuidar, preservar y proteger sus montes y su territorio, destaca que los espinariegos “lo primero tienen que estar orgullosos del legado recibido, de un esfuerzo que han hecho sus mayores, que lo que tenemos ahora es una cosa heredada, que es lo que forjaron ellos en su día. Entonces, de eso primero hay que estar orgullosos, de que tengan los montes como los tienen. Y segundo, que sepan afrontar y sean amplios de miras, que no sean maniqueos, que no crean en los mantras. Y que cuando vean a esa gente trabajar en el monte, esos ganaderos, que a veces les hemos acusado de todo… Esa gente es fundamental, y hay que quererla, y hay que apreciarla, y saber que tiene un papel fundamental. A los trabajadores del monte, que hacen selvicultura y cortan árboles, porque aquí siempre se ha hecho, y se hace una forma totalmente sostenible; al ganadero que cuida su ganado, al cazador que está cazando, o al agricultor que está cultivando, que se los respete”.