Durante estos últimos dos meses, el municipio y su entorno se han volcado con varias citas solidarias a favor de la Asociación Nacional de Hipertensión Pulmonar. Una enfermedad que padece una niña de 8 años vecina de El Espinar que se llama Carla. La primera de ellas fue el concierto benéfico de la Rondalla del municipio, pero es que este pasado mes de diciembre ha habido otras dos más. Un mercadillo solidario navideño en Aldeavieja, y una jornada de fútbol benéfica en Villacastín.
María Ángeles, tía de Carla y también vecina del municipio, asegura que “El Espinar es muy solidario. Yo estos días he estado muy emocionada porque la gente se ha portado genial. Establecimientos, peñas, particulares que nos han llamado para colaborar… el otro día en el partido había ciento y pico regalos, así que imagínate lo que es la solidaridad de la gente”. Destaca la aportación de la Federación Profesional del Taxi de Madrid y Tele Taxi que ha destinado un cheque de 400€ a la Asociación Nacional de Hipertensión Pulmonar.
“Mucha gente, gracias al periódico La Voz de El Espinar, ha sabido de este problema porque si no te toca de cerca no sabes ni de qué va, ni lo que es. Nosotros nos hemos enterado cuando le ha pasado a la niña, lógicamente. Entonces, también los medios de comunicación son muy importantes para dar visibilidad a estos problemas, que son enfermedades raras, no se investigan mucho, no se destina mucho dinero a la investigación, entonces de la única manera que se puede sacar algo es a través de las asociaciones, y luego pues organizando actos como el concierto de la rondalla, mercadillos, etc.”, afirma la tía de Carla.
En cuanto a la salud de la niña, María Ángeles comenta que “el otro día estuvo en el cardiólogo y nos han dicho que la enfermedad ha avanzado un poquito. Entonces ahora tienen que buscarla otro tratamiento, y a ver cómo va la cosa. Muy poquito a poco… esto es una enfermedad que, al no haber investigación, todo son tratamientos experimentales”. Estas muestras de solidaridad son un apoyo, ya no solo económico, que lo es, sino también emocional para Carla. Por eso su familia resume los actos en una frase: “estamos muy, pero que muy, agradecidos”.