Hablamos con Javier Lechago y Daniel Rincón, director y presidente de la banda de música de El Espinar, para hacer un repaso de la actualidad y la evolución de la agrupación
Apenas quedan unos días para la celebración del concierto de Santa Cecilia, patrona de la música, y en un santiamén estaremos en el concierto de Navidad. Dos de las últimas citas de este año de la banda de música de El Espinar. Hablamos con Javier Lechago y Daniel Rincón, director y presidente de la banda de música de El Espinar, para hacer un repaso de la actualidad y la evolución de la agrupación. Para Daniel la banda es su vida, y para Javier es su casa. Esto fue lo que nos contaron:
P: El mes de noviembre es especial para la banda por la celebración de Santa Cecilia, patrona de la música, y en concreto, se plasmará en una actuación el día 23 en el auditorio. Cuéntanos, Javier, qué nos puedes anticipar de ese concierto:
R: (Javier Lechago) Es un concierto compartido, la primera parte la hace la banda de la escuela, con Javier López al frente, y la segunda parte la hacemos nosotros, y va a ser un repertorio muy atractivo.
P: ¿Cuántas piezas en total se van a tocar ese día?:
R: (Javier Lechago) Más que el número de piezas, dependiendo de la duración, lo que intentamos es controlar los tiempos para que el público disfrute, no lo agotemos y se queden con ganas de volver a escucharnos. Entonces, estamos hablando de que, entre la primera y la segunda parte, nos vayamos a un concierto de una hora y media.
P: ¿Qué repercusión tiene en el municipio el concierto de Santa Cecilia? Es una cita que normalmente no se pierde el público espinariego:
R: (Daniel Rincón) Yo creo que sí, dado que gozamos de un público maravilloso que prácticamente en todos los conciertos, pues no decir en todos, llena el auditorio. Más si cabe en esta celebración, también un poco por el arraigo musical que tiene este pueblo y, bueno, sobre todo por ver a las jóvenes promesas. Como decía Javier, este concierto lo compartimos con la banda joven, y ese aliciente, esas familias ilusionadas por ver a sus hijos, y también a sus mayores. Porque tenemos a gente mayor que musicalmente es joven. Y al final es de lo que trata esto. Que la música demuestra aquí que no tiene edad. Yo creo que ese aliciente es muy importante de cara al público, eso atrae mucho y así lo reflejan también la venta de entradas.
P: No sé si cuando se emita esta entrevista quedarán entradas, pero si quedan se pueden comprar en la página web: www.bacantix.com. Imagino que se guardarán unas pocas para el día del espectáculo horas antes:
R: (Daniel Rincón) Sí y en la Oficina de Turismo.
P: Dejamos a un lado el concierto de Santa Cecilia, para el que apenas quedan unas semanas, y tan solo por delante del concierto de Navidad, ¿no?:
R: (Javier Lechago) Para terminar el año, sí. Ya hemos empezado a preparar ese concierto. Ya está diseñado y también hemos empezado a darle alguna pincelada de trabajo.
P: Con este concierto Javier, se pondrá punto y final al año, ¿qué balance se hace de este 2024?:
R: (Javier Lechago) Yo creo que es un año positivo porque hemos conseguido, por un lado, un clima estable y de normalización, y hemos retomado la motivación, la ilusión, hay muy buen clima dentro de la agrupación. Y hemos hecho conciertos muy buenos, desde el punto de vista de las posibilidades de la banda y del trabajo que se ha realizado. Sin ir más lejos, hicimos un concierto de las Teas memorable, en todos los aspectos, como tú bien conoces. Y eso fue un reflejo del trabajo del año. Este es un trabajo de ir sembrando, de ir haciendo ese camino poco a poco, y va cogiendo una inercia y es como un transatlántico, cuando lo lanzas y coge inercia, es imparable.
Y ahora mismo yo creo que estamos en un momento dulce, en un momento que tenemos unos años por delante de crecimiento, no solo musical, sino desde un punto de vista social y educativo, puesto que no podemos olvidar que este es un proyecto no únicamente musical, habría que equilibrarlo en esa parte social y educativa también.
(Daniel Rincón) Yo sí que quería apuntar en este aspecto, que es un reflejo muy importante, los trece alumnos de la escuela que pasan a ser miembros de la banda. Que el rango precisamente este año va desde los doce años, que tiene la más pequeña, hasta Juanjo, que no sé los años que tiene, pero que tiene bastante más. Eso es el mayor reflejo de lo que supone esta banda y de lo que supone esta institución para El Espinar. Esa convivencia, que es lo que más une la diferencia de edad y, sobre todo, llegar a ese punto de unión en el que se convive, en el que se convive todos por igual.
P: Yo creo que desde fuera, y desde dentro esas veces que hemos colaborado con vosotros, se aprecia esa buena convivencia que hay actualmente en la banda. Reflejo de ello es el acabar los espectáculos y veros a todos abrazaros, felicitaros mutuamente… y se aprecia también en la música. Yo creo, Javier, que ese clímax social se puede aparejar a que la música de la banda está creciendo:
R: (Javier Lechago) Claro, quizá el elemento que más destaca ahí es que el músico cuando sube al escenario sube a disfrutar, no sube a padecer. Hay que tener en cuenta que cuando alguien sale a un escenario tiene un componente duro de enfrentarse al público y los nervios están ahí. Si eso se ha trabajado bien lo que se hace es disfrutar y esa vivencia que tiene el músico es lo que transmite al público, y a su vez el público lo que hace es contagiarse de esa ilusión y de ese disfrute.
(Daniel Rincón) Sobre todo, yo creo que también como músico, me puedo permitir decirlo, al final son muchos meses de ensayo, y de ensayo, no vamos a negarlo, de ensayo duro. Donde el esfuerzo es muy grande, entonces la recompensa de llegar al auditorio y que todo salga bien….
P: Y poder demostrar todo en lo que has trabajado:
R: (Daniel Rincón) Claro, esa sensación de esos nervios que tienes, de todo el trabajo realizado. Porque muchas veces eso no se ve desde fuera. Y es difícil explicarlo, es decir, como los viernes a las nueve tienes que venir a ensayar, a comprometerte con el grupo para que, precisamente ese día, cuando termine el concierto, pues tengas esa satisfacción, eso es lo que realmente te llena y es importante.
(Javier Lechago) La sensación de pertenecer a un grupo, de un logro comunitario. Luego hay que tener en cuenta que es un trabajo de relojería, por decirlo de alguna forma. Es un trabajo minucioso en el que se va montando una cosa encima de otra y es una suma de trabajo de todo un colectivo, de gente que puede más, porque tiene más recursos técnicos, dominio del instrumento; y de gente que puede menos, pero que es arropada y entra dentro de la inercia de todo el grupo. Y esa experiencia, es una experiencia que marca mucho en otros aspectos y compensa el sacrificio al que se refería Daniel.
P: La banda de música de El Espinar tiene durante el año varias citas importantes, pero quizá la más importante es el concierto de las Teas. ¿Cómo hacéis para reinventaros cada año y que salga tan bien?:
R: (Daniel Rincón) Yo, principalmente, creo que es la ilusión que se pone en ese concierto, sobre todo, por la expectación. Ya no los espectadores, el número de espectadores, que creo que ha estado en los 2500 en este último año, un poquito más, pero la expectación que se genera, el decir de qué será este año el concierto de las Teas… Esa expectación de no saber casi hasta el último momento de qué va a tratar, pues hace mucho. Además, siempre se suelen buscar temas que estén relacionados con el ámbito de El Espinar de alguna manera, con asociaciones… entonces eso yo creo que genera aún más vínculo a este concierto, y yo creo que eso está funcionando, y es fundamental seguir en esa línea.
(Javier Lechago) Yo, sobre todo, pondría en valor y reivindicaría el hecho de que el concierto de las Teas nace como un concierto especial de la banda de música en el que tiene un lucimiento y un protagonismo distinto a lo que se hacía habitualmente. Cuando nace el concierto de las Teas aún se hacían bailables en la plaza del pueblo. Quizá ese es el principio de la transformación de la banda, hay que remontarse luego esos primeros años 2001, 2002, 2003… a cuando arranca esa etapa en 2003, 2004, en la que transformamos la banda en una banda sinfónica, y dejamos de hacer los conciertos bailables, los bailes en la corredera y pasamos a hacer ese ciclo de conciertos. Y el hecho de que sea algo propio, que sea manufacturado por nosotros mismos, contando con la colaboración de personas del pueblo, pues yo creo que eso aún le da más valor y más ilusión. Y en esa línea estamos, hay que seguir trabajando y de momento hemos conseguido llegar todos los años ahí.
(Daniel Rincón) Y, bueno, dice mucho que desde el mes de octubre ya estemos trabajando en el concierto de las Teas. Yo creo que eso lo dice todo, el primer punto en el orden del día de la primera reunión de la Junta Artística es el concierto de las Teas.
P: Creo que no me equivoco si digo que la banda de música de El Espinar pasó unos años complicados. No sabría decir exactamente cuándo, pero los pasó. Os voy a preguntar por la salud actual de la banda, creo que es buena por lo que habéis contado en vuestras intervenciones antes de esta pregunta. Pero, ¿cómo ha evolucionado la agrupación?:
R: (Javier Lechago) En esa época era una banda que estaba, en algunos aspectos, muy antigua, por el tema de los bailables y demás. Y había una juventud que quería otra cosa. Entonces eso probablemente, entre otros ingredientes, motivó una escisión y se creó otra agrupación, la Nueva Era. Cuando yo llegué en aquella etapa había una situación de conflicto muy dura. Entonces desde el primer momento empecé a trabajar, cambiamos la banda, le dimos otro enfoque y en unos años terminamos integrando a los componentes de la Nueva Era en la banda. Esto no deja de ser cíclico. Años después, hace unos años se volvió a vivir otra crisis, por otras circunstancias, y ahora mismo pues estamos en otro momento. Lo que hay que intentar siempre cuidar es, lo que siempre digo, que es el buque insignia de la cultura de El Espinar, que es su banda, y no utilizarla como moneda arrojadiza para otros intereses de cualquier tipo, no politizarla en ningún momento y cuidarla como un tesoro de todos los espinariegos. Y aceptar que, como todo en la vida, pues hay mejores momentos y momentos de crisis, pero las crisis siempre sirven para crecer.
(Daniel Rincón) Yo creo que al final los ciclos, como tú bien dices, incluso son necesarios. Si entramos en una situación de estancamiento, tampoco es bueno, porque las generaciones van cambiando y con las generaciones también cambia el pensamiento, y es importante. Pero también es verdad que ahora mismo pues la salud de la banda es maravillosa.
(Javier Lechago) Y decías tú componentes, pues en torno a los 80 músicos andaremos.
(Daniel Rincón) Alguno más. En el grupo que tenemos de difusión, estamos 98 personas. Claro, dentro de ese grupo también hay gente que colabora asiduamente, es decir, que a lo mejor no forma parte de la banda todo lo que le gustaría, pero sí colaboran en conciertos. Son músicos profesionales que cuando pueden nos echan una mano. Estaremos cerquita de los 95 integrantes.
(Javier Lechago) Fijaos que, en 2003, cuando arrancó esa primera etapa éramos 30 músicos, y en 2013 cuando cerramos esa primera etapa, y grabamos el doble disco en el auditorio, éramos en torno a 80-85 músicos. La pandemia y la situación de crisis que se vio en esos años anteriores hizo que bajase la cifra, pero hace tres años cuando arrancamos con esta etapa, estábamos en torno a 70 personas, con lo cual bueno, pues está dentro de lo razonable.
(Daniel Rincón) Yo tengo una época muy marcada, sobre todo también porque fue el inicio mío como presidente, en la pandemia. Y, después de la pandemia, el miedo era latente y veías como muchas bandas ni siquiera volvieron. Después de la pandemia muchas bandas no volvieron porque fue mucho tiempo, ya no sólo el tiempo de confinamiento, sino luego el tiempo después de no poder ensayar, ni actuar. Sí que es verdad que tuvimos la facilidad del Ayuntamiento porque nos dejó el gimnasio del colegio, que nos permitía tener las distancias. Pero con todo y eso tenías ese miedo de decir no puedo obligar a que la gente venga, por supuesto, porque el miedo pues es latente. Pero fuimos 65 personas. Nos permitieron hacer dos bandas para hacer dos conciertos diferentes, dentro del mismo concierto, con el metro y medio de separación, con la mascarilla cuando no se tocaba… y es un orgullo, es un orgullo decir que esta banda tiene eso. Pasa algo como lo que pasó, y vuelve la banda y vuelve con todo su esplendor.
P: Antes de acabar, y aparte de la banda, aunque con una relación estrechísima, me gustaría hablar de la música en la calle. Y hacer referencia en este espacio, en esta entrevista, a Félix Figueredo que fue uno de los músicos espinariegos que sacó los instrumentos a la calle, motivando a otras personas a que siguieran sus pasos, y que falleció hace unos meses. Desde aquí le mandamos el recuerdo que merece.
En relación a este tema de la música en la calle, ¿cómo veis el panorama actual? Es algo que está creciendo no solo aquí en el municipio, sino en toda la geografía española:
R: (Daniel Rincón) Nosotros tenemos nuestro contrato de actuaciones y al final no somos una banda que tenemos que buscarnos la vida, que yo creo que es donde más se está notando. Hablando con otras bandas que no tienen un contrato de servicio, pues se tienen que buscar la vida para su financiación.
P: ¿Y ellos están sufriendo?:
R: (Daniel Rincón) Ahí sí que pueden estar sufriendo en el aspecto de que se van buscando otras alternativas en actos de calle, digamos. Aquí, tenemos la suerte de que todos los de la charanga son de la banda. Entonces, por ahora, se lo están compenetrando muy bien para estar en las buenas, en las malas, con la banda, con la charanga…
(Javier Lechago) Yo lo que observo es que está habiendo una demanda social de música en la calle. Y una música que va evolucionando. De hecho, las charangas tradicionales van evolucionando, o bien hacia lo que eran las agrupaciones que hacían bailes, o bien, incluso a lo que son las propias bandas. Y entonces, como hay mucha demanda, pues ahora mismo tú te puedes encontrar despedidas de soltero que se contratan charangas, y en cualquier tipo de evento social de calle en el que hay esa demanda. Con lo cual, también creo que estamos en un buen momento, también hay que tener en cuenta que la red de centros educativos musicales en España es muy potente. Llevamos más de 30 años en los que se creó una muy buena red de conservatorios y de escuelas de música. Y eso da que los músicos hoy en día, que no se dedican profesionalmente a la música, aunque sean aficionados, tengan un muy buen nivel técnico. Y todo esto hace que vaya subiendo el nivel musical de todas las agrupaciones. La sociedad lo valora, y es una sociedad exigente en todos los ámbitos, puesto que valora la calidad. Y yo creo que esa sería una de las lecturas.
P: Me gustaría acabar pidiéndoos una definición. Daniel, como espinariego, como músico, y ahora, como presidente de la banda, lo llevas dentro. Y tú Javier, eres un espinariego adoptado ya, todo el mundo te reconoce como director de la banda, y me gustaría que acabarais definiendo lo que para vosotros es la banda de música de El Espinar:
R: (Daniel Rincón) Qué quieres que te diga… mi vida. La banda de música, y no lo digo para que suene bonito, es mi vida. Es que mis mejores amigos son gracias a la banda, muchos valores que yo pueda tener son gracias a la banda, el compañerismo, el respeto… mucho me lo ha dado la banda. Y, al final, con eso te quedas. Desde 12 años que llevo… ¿qué me ha aportado la banda? Pues mi vida. Y la música, que eso sí que es lo más importante.
(Javier Lechago) Para mí es un regalo. Yo aparecí aquí hace más de 20 años, afronté un proyecto que era un reto, que era el de coger una agrupación y transformarla, llevarla al siglo XXI. Conseguí todos los objetivos en los 10 años que estuve en esa primera etapa. Cerré etapa porque abrí otra profesionalmente. Y, sin esperarlo, casi 9 años después, me llamaron, hace cerca de 3 años, para echarles una mano. Volví, y lo curioso es que el día que volví a ensayar después de 9 años, al estar 15 minutos ensayando en la silla, es como si no me hubiese ido, estaba en mi casa, mis sensaciones eran como si hubiésemos dejado unas vacaciones de un mes y hubiésemos vuelto a ensayar, y se hubiesen borrado esos 9 años de descanso.
Yo estoy en casa, me gusta lo que hago, lo disfruto mucho. Y, efectivamente, lo que tú decías, percibo, no solo en mis músicos, sino en la gente, percibo que soy uno más. Porque vas saludando a la gente por la calle, y es raro que vaya por la calle y no me pare alguien a quien no reconozco o no conozco, y me felicite por el trabajo en la banda y tenga unas palabras cariñosas. Vas reconociendo a gente del pueblo, a gente importante del pueblo, y al final se ha convertido en mi familia, sin ninguna duda.
P: Daniel Rincón, presidente, y Javier Lechago, director de la banda de música de El Espinar, qué bonitas palabras para acabar. Tu vida y tu casa, hablando de la banda de música.
Nos vemos el sábado 23 de noviembre a las 20:00H en el auditorio en ese concierto de Santa Cecilia, pero bueno, nos seguiremos viendo por el pueblo y por esas magníficas actuaciones que seguro que tenéis preparadas para Navidad y para el año 2025. Muchísimas gracias:
R: (Ambos) Gracias a ti Marco.