El director de orquesta espinariego José Luis López Antón se ha consolidado como una de las promesas más brillantes de la nueva generación de directores en España. Su carrera está experimentando un notable ascenso en los últimos años. Actualmente, se encuentra de gira con una serie de conciertos de los que nos habla en esta entrevista realizada en el Bar Orly de Rafael:
P: ¿Qué tienes por delante?:
R: Es un gusto tener la agenda llena. Como bien dices, es muy exigente, pero desde luego que recompensa una barbaridad. Este mes de abril, el próximo concierto que tendré será el día 26, en el Palacio Vistalegre. Se vuelve a realizar el espectáculo sinfónico junto con Mago de Oz, que fue además la oportunidad por la que yo tuve mi debut en México, en la capital del país, en 2017. Luego, el día 30, estaré en el Auditorio Nacional de Música con la Orquesta Clásica Santa Cecilia, un programa maravilloso, y al día siguiente, 1 de mayo, estaré dirigiendo de nuevo la Orquesta y el Coro de la Comunidad de Madrid en el concierto que tradicionalmente se hace en la Puerta del Sol por las festividades del 2 de mayo. Y luego la agenda continúa con Córdoba, con otros conciertos en el Auditorio Nacional de Música, y en verdad con muchos programas diferentes y mucha actividad.
P: ¿Cómo haces para organizar todo esto? Estás más ligado a la Orquesta Santa Cecilia que a otras, tocas para orquestas muy diversas, para cine, para sinfónicas… ¿Cómo llevas todo esto?:
R: Bueno, yo creo que un director joven, es una carrera en la que tenemos 20 años con la «L» puesta detrás. La clave es ser ecléctico, tocar todos los palos posibles, porque yo considero que eso enriquece mucho. Es cierto que te obliga a hacer cambios estilísticos grandes. Cuando estás dirigiendo una sinfonía de Schumann, es muy diferente al rol que tienes que hacer con la orquesta con Mago de Oz, porque, por ejemplo, en Mago de Oz hay muchos decibélios, eso se dirige con claqueta, hay muchos efectos de luces, efectos visuales que tienen que estar organizados y concertados de esa manera. Y luego saltas al concierto de Violín de Tchaikovsky, y saltas a la gala de Zarzuela, que voy a hacer con la Orquesta de la Comunidad de Madrid, que es un lujo porque es la orquesta residente del Teatro de Zarzuela y alguien que lleva en el ADN el género. Todo eso enriquece mucho pero requiere mucho compromiso de estudio.
P: Aunque comentas que eres un director joven, ya has pasado por los grandes escenarios del panorama español:
R: Sí, la verdad que ha sido un gusto enorme estar principalmente en las grandes salas de nuestro país, como el Palau de Barcelona, el Auditorio Nacional de Madrid, el Teatro de la Maestranza, el Kursaal de San Sebastián, donde estuve hace poquito dirigiendo el Réquiem de Mozart. Al final, uno normaliza un poco estas situaciones. Me ocurrió lo mismo la primera vez que estuve con la Orquesta Radio Televisión Española, ya fue por el año 2018. Y aunque es algo totalmente especial, y luego verse en televisión, en los conciertos de La 2, algo que todos hemos visto desde pequeños, pues bueno, uno se enfrasca en la música y el trabajo es el mismo en cualquier lugar del mundo. Luego, después miras atrás, en retrospectiva, y quizá le das un poco más del valor o le confieres el valor que realmente tiene. Pero la verdad que afortunado de haber recorrido muchos de estos escenarios, feliz y contento.
P: No sólo de España, también por el mundo, sobre todo en Latinoamérica:
R: Sí, la verdad que precisamente este primer concierto con Mago de Oz en 2017 abrió mi vía de colaboración con diferentes orquestas mexicanas, ya lógicamente en un repertorio mucho más clásico y habitual: la Sinfónica Nacional en el Palacio de Bellas Artes, la Filarmónica Nacional de México, estuve en Guanajuato, en Veracruz, Boca del Río… México es el país con el que más relación he tenido. También he estado en Argentina, donde vuelvo ahora en la segunda temporada, en noviembre. He estado también en El Salvador, en Portugal, y debuto en julio en Italia con la Orquesta Sinfónica Siciliana en Palermo, que es una de las orquestas más históricas y representativas de este territorio.
P: Tu bagaje te hace seguir creciendo, que te sigan llamando a la puerta para que dirijas esas magníficas orquestas, pero ¿cómo has llegado hasta ahí?:
R: La verdad que es un mundo difícil, y además el salto del mundo estudiantil al profesional muchas veces es complicado, es casual y depende de que haya muchos factores en liza. Mis primeras oportunidades profesionales vinieron con la Orquesta de Castilla y León, la orquesta de nuestra tierra, en la que yo había tocado mucho anteriormente y había realizado labores de director asistente. Surgió esta primera oportunidad porque el maestro Vasily Petrenko no llegaba al primer ensayo porque venía de la Orquesta de Munich, creo recordar. Entonces, hablaron los managers y dijeron con el director titular de aquella época: «Bueno, tenemos la oportunidad de probar a José Luis».
P: ¿Qué supone para ti la música?:
R: Diría que es todo, la verdad. Ahora también, mirando hacia atrás, precisamente esa época del instituto en la que uno tiene que tomar la decisión de qué camino seguir, elegir una carrera universitaria más al uso o irse a este campo de la música, que muchas veces genera esa frase típica: «Bueno, estudias música, ¿y qué más?», o «De la música no se puede vivir» y todas esas dudas muy razonables. En definitiva, la música es mi vida. Porque todo ha ido encaminándose a vivir de ello.
P: No se nos puede pasar por alto hablar de otro proyecto en el que te encuentras inmerso: «Contando la música». Una serie de charlas y talleres informativos, divulgativos que estás realizando por Castilla y León desde hace ya unos cuantos años:
R: Sí, la verdad que la divulgación musical, la pedagogía son como esas tres patas principales dentro de mi desarrollo profesional: la dirección orquestal, la pedagogía y esta divulgación musical. Yo siempre digo una frase: la música clásica gusta a todo el mundo; quien dice que no, es que no ha tenido una aproximación correcta.
La misión era eso, acercar un poco la música clásica, hacerla más comprensible. El germen de este proyecto de «Contando la Música» surgió aquí en El Espinar, en Onda El Espinar, con nuestro querido Alberto Guerrero, en año 2017, creo recordar. Y creo que es un formato que funciona muy bien, que ahora desarrollo en este programa del Instituto de la Lengua de Castilla y León, de la Consejería de Cultura, dentro de las bibliotecas municipales, en cada una de las capitales. Aunque la idea es también tener más implantación territorial y otro tipo de ciudades de mediano tamaño, pero bueno, poco a poco creando esa afición. Y los que estén interesados, en Segovia o en Ávila son las que están más cerquita.
P: Después de haber pasado por los mejores escenarios de España, ¿con qué concierto te quedas?:
R: Es complicado quedarse con uno. Siempre es como con qué obra de la historia de la música te quedas. Hay varios significativos. Voy a decir uno porque es muy representativo: la primera vez que dirigí la Orquesta de Radio Televisión Española. Porque esto es algo que todos los españoles hemos visto: los conciertos de La 2 en ese horario tan intempestivo a las ocho y media de la mañana, que ahora ya por fortuna Radio Televisión Española lleva una época en la que algunos conciertos se retransmiten en vivo a las ocho de la tarde, en La 2. O sea que ya es un horario un poco más accesible para todo el mundo. Pero sí fue algo muy icónico, porque, claro, levantar la cabeza, verte ensayando en el Teatro Monumental, pues es como un sueño cumplido. Y luego verte en la televisión. Por fortuna, he dirigido la Orquesta otras tres ocasiones, en cuatro programas, que la verdad que es un gustazo. Así que dentro de tantos conciertos que he hecho, pues yo me quedaría con ese sueño cumplido.
P: Sueño cumplido el de dirigir a la Orquesta de Radio Televisión Española. ¿Sueño por cumplir?:
R: Esto es difícil también. La familia y los amigos me dicen: «En nada te vemos en el concierto de Año Nuevo con la Filarmónica de Viena». Digo, si a todos los directores del mundo todas las familias les dicen lo mismo… El asunto es tremendamente imposible. Hablo de memoria, ningún español ha dirigido ese concierto. Tienes que llevar una colaboración con la orquesta de más de 10 años y no hay nadie que colabore regularmente con la Filarmónica de Viena, a nivel español ahora. Bueno, quizá los que dirijan en la ópera, hablamos antes del maestro García Calvo. Pero es algo muy, muy complicado, prácticamente imposible. Pero yo creo que hay que mantener la ilusión, las posibilidades de que la vida nos siga llevando en el camino y poder disfrutar de cada paso. Porque es cierto que es una carrera muy, muy difícil, en la que hay muchísima competencia, y ahora mismo soy un afortunado, no cambiaría nada de todo lo que tengo.
P: A seguir dejando tu huella musical y espinariega por todos los escenarios de España y del mundo. Que tengas mucha suerte en esta gira que tienes durante los próximos meses y muchísimas gracias por atendernos:
(R): Nada, un placer que sigas también con esta fantástica labor en La Voz de El Espinar. Es un gusto, aunque sea tópico, ver a gente joven emprendedora dedicándose en cuerpo y alma a este oficio tan duro y sacrificado que es el periodismo. Que continuéis igual de bien y hasta la próxima.