Han iniciado una recogida de firmas en la que denuncian el estado de las instalaciones, su mantenimiento y la escasez de material
Un grupo de usuarios del gimnasio BeOne Fitness & Sport ha iniciado una recogida de firmas, a través de la plataforma change.org, en la que reclaman al Ayuntamiento de El Espinar y a la empresa concesionaria mejoras urgentes en la instalación, su material y su mantenimiento. Denuncian que “el aforo está completamente superado”, y que incluso se han dado situaciones en las que ha habido usuarios que no han podido acceder a las instalaciones porque la sala estaba llena, “si tú estás pagando un gimnasio y resulta que vas y no puedes entrar, qué gracias es esa”.
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Una situación que se ha agravado durante la temporada de verano, en la que, aparte de que hay más gente apuntada, se reduce el horario de apertura considerablemente. De las 75 horas semanales durante el resto de la temporada a unas 35 horas durante el periodo estival. “Esto implica que la seguridad no sea la que debe haber, que haya muy poco material disponible, porque hay mucho que está estropeado cada dos por tres, tardan mucho en repararlo, y bueno, pues al final no es un gimnasio acorde a lo que debería ofrecer. Las medidas no son seguras, aparte de que el servicio no está a la altura. No hablamos de lujos, sino de cosas básicas”, señalan.
Imágenes del estado de las instalaciones y del material. Fuente – Usuarios gimnasio
También critican que “no hay mantenimiento de ningún tipo” y que “la rapidez en las reparaciones es muy precaria. Un ejemplo, solo tenemos dos poleas, para que te hagas una idea, pues de esas dos poleas se rompe una cada x tiempo y puede estar una semana, dos semanas, rota. Tenemos cuatro bancos, pues de esos cuatro bancos hubo uno que estuvo roto en una esquina mucho tiempo… las elípticas, cada dos por tres hay una que pone `me están reparando´; las bicicletas hay una que cada dos por tres uno de los pedales está suelto… es que es todo. Hay pesas rotas que te manchas porque sueltan lo que tienen dentro, que yo no sé si es como un polvo, o algo así, son muchas cosas… hay cables por medio, el suelo se levanta, hay maderas que se mueven y te escurres”.
“La sauna se cerró en pandemia por un problema y ya no se ha vuelto a abrir. La gente se queja de que el agua de la piscina está demasiado fría…”, declara el grupo de usuarios del gimnasio. Aseguran que esta situación viene de lejos, y que ya se lo han comunicado en diversas ocasiones a la entidad gestora de las instalaciones, pero que las quejas no han surtido efecto. Por eso han llevado a cabo esta recogida de firmas con la que esperan, por parte del consistorio, “que se implementen medidas de control que exijan el cumplimiento de las normas de calidad y seguridad que todo gimnasio está obligado a observar a la hora de brindar los servicios que se ha comprometido a brindar”.
Imágenes del estado de las instalaciones y del material. Fuente – Usuarios gimnasio
Desde la empresa concesionaria, tal y como explica el grupo de usuarios, les han indicado que “hay una obra aprobada, pero llevan con la obra aprobada, no sé cuánto tiempo, pero no se hace. Entonces ellos se cubren las espaldas diciendo que hay una obra aprobada y ya está”. En principio, “parece ser que se va a remodelar y se va a cambiar y se va a mejorar, pero a nosotros nadie nos lo ha confirmado oficialmente. Dicen que hay planos, que está todo aprobado, que está pendiente de tal…”.
“Sabemos que la recogida de firmas ha llegado al entorno del alcalde, otra cosa es que lo haya leído o que le haya interesado, pero estamos casi convencidos de que le ha llegado”, comentan. Esperan “que haya un compromiso por parte de quién corresponda. No me vale con un… hay una obra probada, y si te dicen que hay una obra probada, que te digan para cuándo o que tomen alguna medida de, el gimnasio tiene ahora una calidad baja, bajamos el precio. Algo que nos haga ver que los usuarios les importamos”.
En el propio texto explicativo de la recogida de firmas, este grupo de usuarios indica que “nuestra queja no es contra el personal sino contra quien administra y gestiona la entidad debido al desinterés con que lo hace, que se traduce en la falta de realización de obras de acondicionamiento o mejoras necesarias para el desempeño seguro de las actividades físicas”. Y se dirigen directamente al alcalde del municipio, Javier Figueredo, instándole a que “por medio de su actuación, mejore la gestión del establecimiento concesionario”.
