Aseguran que el Ayuntamiento podría seguir gestionando el sistema con medios propios y piden más diálogo antes de tomar decisiones
Fuentes cercanas al servicio municipal de fontanería del Ayuntamiento de El Espinar, que prefieren mantenerse en el anonimato, han querido aclarar algunos puntos sobre el anuncio del equipo de gobierno de cambiar el modelo de gestión del agua. Según han explicado a este medio, el problema por el que los fontaneros municipales no realizan horas extra a mayores de su horario no ha sido de capacidad técnica, sino de desacuerdos laborales que, aseguran, podrían haberse resuelto “sin llegar a plantear una privatización del servicio”.
Tal y como relatan, el conflicto comenzó hace un año, aproximadamente, cuando se modificó el sistema de guardias y horas nocturnas. Hasta ese momento, los trabajadores acudían a cualquier avería fuera del horario habitual, “sin mayores complicaciones”. El desencuentro surgió, tal y como explican, cuando el alcalde, Javier Figueredo, les indicó que las horas nocturnas las cobrarían como horas diurnas. Además, denuncian que a las guardias acudía tan solo un profesional de fontanería acompañado por un peón. “Hay trabajos que requieren dos fontaneros; uno solo no puede cortar el agua y a la vez reparar una avería”, señalan.
Insisten en que el equipo funciona y no hay averías graves pendientes. El grupo, formado por tres trabajadores (un encargado, un oficial y un ayudante) cubre las incidencias que surgen en horario laboral y realiza también trabajos de mantenimiento en edificios e instalaciones municipales. “Podría venir bien una persona más, pero el servicio está operativo”, aseguran.
“La mayoría del personal del Ayuntamiento apoya mantener la gestión pública. Estamos en contra de perder el control de algo tan básico”
En cuanto al argumento económico, que sirve al equipo de gobierno para señalar que el consistorio no podría hacer frente a una gestión propia del servicio, las fuentes consultadas lo ponen en duda. Explican que externalizar trabajos suele salir más caro que reforzar la plantilla existente. “El Ayuntamiento tiene 12 millones de presupuesto —aproximadamente— y el gasto del servicio es mínimo en comparación. No entendemos por qué no se apuesta por reforzar lo público antes de entregarlo a una empresa”, lamentan.
También rebaten la idea, mencionada por el alcalde en varias entrevistas, de que “el 80% del servicio ya está externalizado”. Aseguran que la lectura de contadores y la facturación son dos de las cuestiones externalizadas, mientras que “las averías, acometidas y mantenimiento siguen siendo municipales”. Declaran que “no se puede decir que esté privatizado cuando la mayoría del trabajo lo hacemos nosotros”. Además, recalcan que la contratación externa ante situaciones de averías fuera del horario de trabajo de los fontaneros municipales, supone un sobrecoste innecesario y una tardanza en la reparación superior a lo que se tardaría con los medios propios.
Sobre el futuro laboral de la plantilla, reconocen que hay incertidumbre entre los trabajadores. “Nadie nos ha explicado qué pasará si entra una empresa. No sabemos si nos reubicarán, si habrá despidos o qué se pretende hacer con nosotros”, dudan. “La mayoría del personal del Ayuntamiento apoya mantener la gestión pública. Estamos en contra de perder el control de algo tan básico”, indican.
El agua de Puente Alta, más costosa y de menor calidad
El estado del pantano de El Tejo, principal fuente de abastecimiento, es otro motivo de preocupación dentro del Ayuntamiento. Según ha podido saber La Voz de El Espinar, la CHD aún no ha emitido el informe definitivo sobre las filtraciones detectadas en la presa, y su publicación se retrasará varias semanas.
Fuentes técnicas explican que las fugas “no son un problema nuevo”, ya que existen “desde su construcción en los años setenta”. Apuntan que “se vació una vez para hacer obras y la fuga sigue igual”, cifrando la pérdida en unos 28 litros por segundo. Pero explican que “esa agua se recogía, no se desperdiciaba”, añaden.
Sobre el riesgo de seguridad, las mismas fuentes consideran que “no es tan grave como se ha transmitido”. Plantean como posibles soluciones “reforzar la estructura o construir un pequeño embalse aguas abajo”, lo que permitiría tener mayor capacidad de abastecimiento. Sin embargo, asumen que la presa “seguirá vacía durante años” y que el suministro se hará desde el embalse de Puente Alta (Revenga), una opción “mucho más costosa y con agua de menor calidad”.
“El bombeo diario ronda los 3.000 euros, y el agua de Puente Alta tiene más hierro y azufre, lo que obliga a usar más productos para tratarla”, comentan. “El agua del Tejo era mucho más limpia; con clorar bastaba”, afirman y recalcan que actualmente no están consumiendo agua del grifo por estos motivos. Reconocen que la preocupación entre los vecinos es grande, tanto por la calidad del agua como por el posible aumento de precios.











