VIAJES Y AVENTURAS ESPINARIEGAS
Ocho amigos espinariegos realizaron el pasado mes de agosto un viaje de 15 días por Indonesia, un país formado por miles de islas volcánicas que está situado en el sudeste asiático. Vicente de la Cueva Piñeiro, Virginia Bernal Gutiérrez, María de la Cueva Piñeiro, Paula Martínez Fernández, Carlos Gonzalo Díez, María Isabel García Cabezas, Sergio Álvarez Rodríguez y Borja María Boal comenzaron a preparar la aventura en el mes de enero, y aunque al principio estaban centrados en visitar Bali, “al final decidimos ampliar la zona y conocer más parte de Indonesia”, asegura Borja María.

La puerta del cielo
Ya inmersos en el viaje, su primer destino fue la isla de Java, en concreto, la ciudad de Yogyakarta, “donde visitamos uno de los templos más grandes del mundo del hinduismo, el Prambanan y el templo budista más grande del mundo, el Borobudur”. Desde allí, recorrieron la isla hacia el sur. Primero en tren por la noche, en el que señalan que es “imposible olvidar el traqueteo y el sonido del claxon cada vez que pasaba por un pueblo, qué despertares…”. Una vez llegaron a Malang, fueron recorriendo diferentes lugares como la catarata de Sewu y el monte Bromo, donde vieron un “increíble amanecer e impresionante vista del volcán activo. Nos quedamos con las ganas de visitar el volcán Ijen, pero estaba cerrado por un aumento de la actividad. Pero pudimos visitar Sekumade para ver el desove de las tortugas y poder soltar las crías al mar, una experiencia que tuvo de todo, viaje nocturno por la selva, habitación 5 estrellas en mitad de la selva, suelta de crías de tortuga al mar y una visita a una aldea cercana para dar ayuda a los habitantes. Un momento especial fue la visita a la escuela con los niños”, destacan.

En una escuela en Sekumade
Dejaron atrás la isla de Java para adentrarse en Bali, de la que comentan que “es una isla más masificada con el turismo, aunque con un encanto especia. Nos recorrimos casi todos los puntos de la isla durante cuatro días: la típica foto en la puerta del cielo, playas paradisíacas, monte Batur, templos, visita al bosque de los monos, juego con elefantes y algún masaje que otro que nos hacía pasar a otra dimensión”. Tras Bali se desplazaron a Nusa Pedina, una isla con unas playas increíbles, “aunque con los accesos un poco complicados, pero con unos paisajes muy poco vistos”. En esta isla de Nusa, mientras una parte del grupo estaba realizando una actividad de buceo con mantas, Vicente había pedido matrimonio a su novia Virginia. En palabras de Borja, “fue el día más importante del viaje. Una parte del grupo realizamos buceo con mantas, que por cierto la sensación fue indescriptible, pero lo mejor estaba por llegar. Cuando nos volvimos a reunir todos los del grupo, una pareja se había comprometido. Ya tenemos otra aventura para más adelante”.

Buceo en Nusa
Ese día por la noche, cuentan una anécdota en la que hubo un terremoto que tan solo sintió Carlos Gonzalo. Tras unos días de emociones fuertes en Nusa Pedina, regresaron a Bali para descansar los últimos días del viaje en las playas paradisiacas del sur de la isla. “En 2025 buscaremos otra aventura”, concluyen estos espinariegos que disfrutaron de unos días de ensueño.