EL TIEMPO ES NOTICIA
Fernando Villalba Pinto (@srvillalba)
Si de algo se caracteriza enero es de ser el mes más frío del año en gran parte de España, y también en El Espinar, con 2,2ºC de media. También suele ser mes de nevadas y fuertes heladas, como las que tuvimos durante las fiestas de Reyes de 2018 y en 2021 con la borrasca Filomena. Este año, el fenómeno meteorológico predominante, especialmente en la segunda quincena del mes, ha sido el del anticiclón, el cual es muy habitual que tenga lugar por estas fechas invernales. Sin embargo, el episodio anticiclónico vivido durante este primer mes del año no tiene precedentes en varias décadas. En lo que respecta al municipio, las temperaturas alcanzadas durante la última semana del mes han sido las más elevadas para un mes de enero al menos desde los años 80, y más propias de la primavera.
Tras el paso de un par de borrascas los días 17 y 19, se instaló sobre la península un tiempo estable que perdura hasta la redacción de este artículo (30 de enero), y para el cual no se prevé que pueda tener fin hasta bien entrado febrero. Los últimos días de enero han estado marcados por un tiempo soleado, con algunas nieblas en las partes bajas de la provincia de Segovia, y heladas prácticamente inexistentes, incluso en los fondos de valles, donde suelen ser frecuentes en días invernales de buen tiempo. Adicionalmente, el fenómeno de la inversión térmica (bajo situaciones de estabilidad atmosférica, el aire frío se tiende a acumular en las zonas bajas, en donde hace más frío que en las montañas) provocó que durante varias jornadas las temperaturas en cumbres y puertos de montaña se dispararan, alcanzando valores notablemente más altos que en la meseta y valles.
Por ejemplo, en el Puerto de Los Leones se alcanzaron 18 grados el día 25, superando la temperatura más alta que se haya alcanzado allí en un mes de enero (15.9ºC, en 2002). Más llamativos incluso son los 18,3ºC del Puerto de Navacerrada registrados el mismo día que, además de ser récord para un observatorio que recoge datos desde hace 78 años, representan una anomalía térmica de 16 grados, es decir, el 25 de enero en lugar de los aproximadamente 3ºC de temperatura máxima esperable para esa época, hizo 18ºC. En Segovia, aunque no se llegó a superar el récord de enero (20,4ºC, el 28 enero 1966) el día 27 se quedó a tan sólo 3 décimas de alcanzarlo.
En El Espinar, según los datos de la estación meteorológica de la fábrica de maderas, el mes pasado también fue histórico en cuanto a temperaturas. A falta de saber si, en promedio, ha sido el más cálido desde que hay registros, sabemos que enero de 2024 registró cuatro de los diez días que más temperatura se alcanzó para este mes desde 1987. No sólo se fulminó el récord de la temperatura máxima mensual que hasta el momento existía (18,5ºC, el 19 de enero de 2007) por más de 2ºC, sino que ésta se superó 3 días consecutivos: el 24, 25 y 26 de enero.
De hecho, para esta época del año, los datos climáticos nos dicen que el mayor número de días consecutivos en los que se habían subido de los 15ºC era de cinco (del 30-12-2021 al 3-01-2022), y a día 30 de enero de 2024 ya vamos por ocho jornadas seguidas superando esa temperatura.
Siempre se suele decir que la memoria meteorológica es mala a la hora de comparar la magnitud de los fenómenos meteorológicos, pero si estos días pasados el lector espinariego ha tenido la sensación de que hacía un tiempo demasiado ‘bueno’ y cálido para ser enero, sus intuiciones están respaldadas por los datos y no le engañan: han sido los días más cálidos para un mes de enero desde hace, como mínimo, 38 años.
¿Y a qué se deben las temperaturas tan altas de estos días? Como se ha mencionado anteriormente, la situación meteorológica durante los últimos días de enero y principios de febrero ha estado marcada por un anticiclón que, a diferencia de otras veces, ha estado especialmente reforzado en altura. De forma opuesta a las borrascas, los anticiclones provocan que el aire descienda a lo largo de la atmósfera, lo que inhibe la formación de nubes de lluvia y recalienta el aire por el propio descenso y aumento de presión que experimenta. Tanto las características que ha desarrollado este anticiclón como su estancamiento sobre la península ibérica explican la extraordinaria estabilidad y temperaturas más típicas de abril o mayo que hemos tenido de estos días.