El espinariego se quedó fuera de tiempo en su participación este año en el Duatlón Vasco celebrado en Azpeitia
El rugido de la plaza de toros convertida en arena deportiva no bastó esta vez. Emilio García, uno de los nombres habituales del Duatlón Vasco de corte de troncos, se quedó fuera de tiempo en su participación este año en Azpeitia, en una edición marcada por el nuevo formato y un nivel cada vez más exigente entre los aizcolaris.
“No llegué, me tiraron por unos minutos”, lamenta Emilio, quien admite haberse quedado a menos de tres vueltas de la meta. A pesar del resultado, su lectura del campeonato no es negativa: “El cuerpo respondió bien, aunque quizá debí salir más agresivo. El último palo vertical no me salió bien, no lo supe entender”. Una mezcla de fallos técnicos y circunstancias adversas que empañaron una actuación que, a nivel físico, sí le dejó buenas sensaciones personales.
La preparación previa no había sido la ideal. Una lesión en un dedo, una gastroenteritis reciente y una cabeza que no estaba del todo centrada pasaron factura. Aun así, Emilio sorprendió incluso corriendo, una modalidad que no es su fuerte: “Me sorprendí adelantando a gente en carrera. Quizá si hubiese apretado más desde el inicio, otro gallo cantaría”.
La eliminación no implica un descenso de categoría. García seguirá en segunda, a la espera de que los doce mejores de primera compitan en la gran final. Para el resto, la vista ya está puesta en la próxima temporada.
A pesar del sabor amargo, el deportista no pierde la perspectiva. “En el ciclismo todos afrontan el mismo recorrido. Aquí, la madera no siempre es igual para todos. Hay veces que te da y otras que te quita. Y eso lo sabemos”, reflexiona con serenidad.
El verano será tiempo de entreno y recuperación. “Al menos todo el trabajo lo llevamos en el cuerpo”, dice con media sonrisa. Y deja caer una promesa: el año que viene podría no ir solo. “Unai se ha quedado con ganas. Si Dios quiere, el próximo año vamos dos”.
Mientras tanto, Emilio García y los demás cortadores espinariegos, se preparan para la época en la que predominan las exhibiciones y las competiciones de corta en el municipio y su entorno.