El consistorio contaba con autorización para la retirada de un nido pero desde el programa conservacionista apuntan que se procedió a un segundo desalojo fuera del periodo autorizado
La población de El Espinar vuelve a ser escenario de controversia debido a la reciente eliminación de un nido de cigüeña blanca ubicado en el edificio del ayuntamiento. Este nido, que llevaba ocupado desde al menos 2002, ha sido sustituido por un señuelo de plástico, generando críticas entre los vecinos y grupos conservacionistas.
El programa Atajo, encargado del censo anual de estas aves, ha manifestado su preocupación señalando que esta situación proyecta «una lamentable imagen para la reserva de la biosfera». Según el último recuento realizado por esta iniciativa, El Espinar contaba con 72 nidos ocupados y 125 crías nacidas la temporada anterior, confirmando la importancia de la zona para esta especie protegida.

Atajo denuncia la retirada de nidos de cigüeñas en el edificio del Ayuntamiento de El Espinar
La retirada del nido contó inicialmente con autorización del servicio territorial de Segovia, justificada por una supuesta gotera en el edificio consistorial. Sin embargo, desde Atajo denuncian que la intervención se realizó sin medidas compensatorias y, lo más grave, se procedió a un segundo desalojo fuera del periodo autorizado, cuando las cigüeñas ya habían comenzado a nidificar, contraviniendo la normativa que prohíbe molestar o perturbar a estas aves protegidas.
Este no es un caso aislado. En otoño de 2023 se produjo una situación similar en la llamada Casa de Abajo, junto a la plaza de El Arenal, donde el ayuntamiento eliminó completamente un nido en lugar de realizar el rebaje parcial solicitado por el programa Atajo, y sin instalar ningún soporte artificial alternativo.
Desde el programa Atajo temen que estas prácticas municipales puedan normalizar otras actuaciones contra las cigüeñas, como la ocurrida en abril del año pasado en la azotea de la guardería municipal, donde se instaló un cerramiento de aluminio con perfiles agudos que impidió la nidificación de una pareja que ya había iniciado su periodo de incubación.
Mientras tanto, problemas más graves como el nido en riesgo de caída en la cuesta de El Ejidillo han culminado con su desplome el pasado 23 de marzo, a pesar de que diversas organizaciones como el Colectivo Azálvaro habían solicitado su retirada controlada desde 2018.
El programa Atajo recuerda que existe una propuesta desde 2019 para gestionar adecuadamente la convivencia con estas aves, incluyendo la instalación de postes artificiales en ubicaciones apropiadas y una ordenanza municipal que regule la instalación de plataformas metálicas en edificios públicos y el mantenimiento periódico de los nidos. Sin embargo, lamentan que esta iniciativa «continúa recogiendo polvo en los despachos», mientras el ayuntamiento se limita a acciones superficiales como «cuentos infantiles con amistosas cigüeñas blancas de portada» o la instalación de cajas-nido.