ARCHIVO MUNICIPAL
Seguro que, al leer este título, un tanto por ciento de la población del municipio con cierta edad, conoce dónde se encuentra dicho colegio en El Espinar. Sin embargo, otro tanto por ciento de población, más joven, no conoce que el lugar donde actualmente se encuentra la Escuela Oficial de Idiomas, la Escuela de Música, la Academia de Música, la Biblioteca, etc., fue un colegio privado regentado por las monjas jesuitinas.
Pues bien, nuestro relato comienza dando unas pinceladas sobre el origen de este Colegio y sus propietarios. Era el año 1927, agosto, cuando en el Pleno del Ayuntamiento presidido por el alcalde D. Felipe Pérez Ruano comentaba cómo se había propuesto a los Excelentísimos Marqueses del Castelar la venta del solar y ruinas de su antiguo palacio denominado “Casas de Abajo” en la “calle del Arenal”, para construir un edificio de Escuelas Graduadas de niños con clases complementarias, talleres de iniciación industrial y campo de experimentación agrícola. Los Sres. Marqueses contestaron a esa pregunta que “queriendo dar una prueba más de su gran cariño a la población, con mayor motivo para el fin a que se quería destinar, cedían gratuitamente o donaban a este municipio el mencionado solar y terrenos unidos, siempre que fuesen destinados exclusivamente a la construcción de un edificio donde establecer un centro de enseñanza como el indicado”.
Doña Concepción Fernández Durán y Caballero, Marquesa del Castelar, acompañada de su marido D. Luís Patiño y Mesa, Marqués del Castelar firmaban la escritura de donación el 8 de septiembre de 1927 en la Notaría de El Espinar, a favor del Ayuntamiento, constando en la descripción del inmueble: “una casa con varios corrales en completa ruina, situada en la Plazuela de Abajo en esta villa de El Espinar… finca que heredó Doña Concepción Fernández Durán de su padre Don Antonio Fernández Durán y Bernaldo de Quirós, Marques de Perales.” Se valoró la donación por la Marquesa en 500 pesetas.
Con los terrenos adquiridos, pasaron unos años, cuando en el año 1945, el Sr. alcalde D. Miguel Maricalva González propuso a la Superiora de la Comunidad de Hijas de Jesús la construcción del colegio, aunque también se propuso adquirir el hotel Pastor que actualmente se llama Betania para colegio. Visitando el lugar se decidió que no servía para esa instalación educativa. Aunque el edificio de Betania se compró por el Ayuntamiento.
En el año 1946 el Arquitecto D. José Luís Aranguren realizaba el proyecto de edificio destinado a Colegio de Hijas de Jesús. Las obras se adjudicaron a D. Joaquín del Campo y Piña por un importe de 663.000 pesetas para la construcción.
El edificio constaba de dos cuerpos. El principal de dos plantas desarrollado alrededor del patio que fue de honor del antiguo palacio, cuyo patio conservaría su mismo trazado y el posterior o complementario del anterior, de planta baja solamente. El cuerpo principal, llamado de ingreso con su fachada exterior, a lo largo de la Plaza del Arenal, antes denominada Plaza de Doña Concepción Fernández Durán y D. Luís Patiño y C. Valladolid, constaba de dos entradas, la de la derecha mirando hacia el edificio, reservada para uso exclusivo de la Comunidad y la de la izquierda para uso del colegio y de los feligreses que acudían a la Capilla.
La primera de las entradas conducía a un vestíbulo desde el que se daba acceso al pabellón de la Comunidad o zona privada y a las clases reservadas. La zona reservada constaba de: sala de visitas, portería, coro, cuarto de aseo en la planta baja; y de una sala de labores o costura (se incluye una foto de una máquina de coser comercial de ese taller de las monjas, donde las jóvenes en ese momento cosían para Intendencia, además de aprender a coser y bordar), refertorio o comedor, pequeño ropero, dormitorio de la Madre Superiora, dormitorio general con nueve camarillas, cuarto de aseo, cocina, despensa, lavadero, lavabos y retretes, en la planta principal. En la zona de semisótano se encontraba el lavadero general y la caldera de la calefacción. La zona semipública en la planta baja estaba relacionada con la zona reservada y el colegio. La Capilla estaba localizada en un claustro con un pequeño y elevado coro y una Sacristía.
El Colegio, con entrada directa desde la calle, tenía un amplio vestíbulo de ingreso del que se daba acceso al pabellón del capellán y al patio de ingreso del que partía la zona escolar, en el que se instalaron cuatro clases de grado elemental o de párvulos, un depósito de material escolar, botiquín, cuarto de aseo, roperos, leñera, etc.
Anejo del edificio descrito, se estudió que en la planta baja y con fachada a la C. Valladolid se construyera un pabellón destinado a casa habitación del Sr. Cura Capellán de la Comunidad, distribuyéndose en pequeño vestíbulo, cuarto de estar comedor, dos dormitorios, cocina, cuarto de aseo….
La construcción aprovechó las fábricas existentes del antiguo palacio que reunían las condiciones de solidez y seguridad, desmontando lo que no reunía condiciones… Se utilizó una fábrica de mampostería. La piedra que se empleó procedía de las canteras de la localidad o del material desmontado de las fábricas existentes del antiguo palacio.
En el año 1951 (recepción definitiva) se recibían las obras de construcción del Colegio de las Hijas de Jesús ya terminadas por su alcalde D. Mariano Peña Geromini.
Hasta el año 1968 el Colegio estuvo regentado por la Institución de las Hijas de Jesús, institución que tuvo más de 70 años de existencia en la Villa de El Espinar, impregnando sus cualidades a la población. Meses después en este colegio comenzaron a funcionar seis secciones de la Escuela Graduada.