Arancha González Herranz
Alejandro Herranz Herranz es un joven que procede de Las Navas del Marqués (Ávila) aunque podríamos decir que a la postre, y en este caso nunca mejor dicho, tiene raíces también segovianas por parte de abuelo y bisabuelos paternos que vivieron en San Rafael después de casados y una vez finalizada la Guerra Civil hasta que sus abuelos se trasladaran a un pueblo de Ávila al poco de casarse. Alejandro es nieto de Ignacio Herranz, su abuelo fue uno de los hijos de la Sra. Gregoria y el Sr. Valerio, en aquella casa del barrio de Las Peinetas.
Alejandro, el pequeño de otra generación alejada de la de sus abuelos, desde temprana edad mostró una clara inclinación y soltura hacia el embriagador entorno de la alta pastelería, con un entusiasmo y tenacidad minuciosos, afincado en Madrid, a sus 24 años continua sus estudios en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid. Alejandro se define en su red profesional como Chef & Pastry Chef en un campo en el que ha comenzado con muy buen pie, es ya una de las promesas con mayor potencial del arte culinario en España, concretamente en la compleja fórmula de la repostería de alto copete.

Alejandro Herranz
Manifestando destacada pericia para la cocina y más concretamente aportando a la alta pastelería creaciones y sabores que no han dejado a nadie indiferente. Encabezando nuevas experiencias sensoriales de aromas, sabores, texturas, colores y sensaciones. Un joven que ha sabido optimizar su tiempo y enfocarse en lo que realmente le apasiona, la repostería de calidad basada en ingredientes naturales. Adquiriendo una sólida formación que abarca varios ámbitos relacionados que van desde la panadería, la confitería, el maridaje de vinos con grados superiores en la dirección de cocina, instruido en elaboración culinaria y técnico gastronómico que ha compaginado trabajando en restaurantes y obradores de renombre de la capital, como Balbisiana y el Restaurante Leña de Dani García en Madrid en calidad de ayudante de pastelería y repostero participando en la organización de diferentes caterings al tiempo que colaboraba con los equipos en la creación de nuevos productos delicatessen como los mignardises, además de estar versado en control de aprovisionamientos, diseño de menús con especial atención a numerosas elaboraciones personalizadas para clientes.
Una intensa trayectoria la de Alejandro, caracterizada por un talento natural sin olvidarnos tampoco de su actitud responsable e inquieta en constante expansión y crecimiento participando en certámenes y concursos nacionales e internacionales, con el único afán de aprender de otros chefs y compañeros, competidores de mucho nivel que han descubierto a un navero con gran capacidad de trabajo en equipo, así como unas grandiosas dotes para descubrir nuevos postres, perfeccionar técnicas y una ejecución impecables.
Aptitudes y actitudes imprescindibles para abrirse camino en un sector en continuo cambio y modernización, con un listón de exigencia superlativa in crescendo con los sabores y las texturas, el punto justo y las cantidades exactas, cuando el orden sí importa en la obtención del resultado, conjugando la sencillez y dificultad en las elaboraciones que componen un postre de altura, y desarrollando nuevos formatos, emulsificaciones, espumas y aires, gelificaciones, confitados e ideas revolucionarias con la mermelada de jengibre plasmadas en su creación formada por nueve elaboraciones a la vez ese magnífico “Raíces de Oro” que incluía una mousse de jengibre y galleta Lotus con toques caramelizados en contraste con el frescor y la acidez de la manzana. Alejandro Herranz, un chico que brilla con luz propia, con la mejor disposición sin descuidar lo interesante de su hasta ahora extenso e intenso curriculum, apasionado de la cocina, con una sensibilidad y visión superiores para el dulce.

Algunas maquetas elaboradas por Alejandro Herranz
Y es que si algo ha tenido claro Alejandro incluso desde niño era que quería dedicarse a esto cuando con tan sólo quince años realizaba maquetas con una precisión prodigiosa en forma de reproducciones de azúcar de edificios emblemáticos de Ávila y de su pueblo. Nuestro querido Alejandro Herranz es de esas personas que nacen con un talento singular, innato, que coincide con aquello que le hace feliz, teniendo la valentía de llevarlo a cabo, expresándose a través de sus postres, riguroso, exigente y perfeccionista disfrutando de todo lo aprendido, con la pretensión de compartir toda su agudeza, experiencia y la amplia creatividad que posee actualmente trabajando en un restaurante, en un hotel de prestigio u obrador, aportando a la gastronomía española en general y a la repostería en particular ingenio, entrega y destrezas encaminadas a pertenecer un selecto grupo de reposteros reconocidos por su arte con creaciones tan originales como deliciosas.
En 2022 Alejandro viajó a Venecia (Italia) para participar en el Concurso Internacional Combiguru Challenge 2022 por UNOX ganando el primer premio con Financier Negro Puro y strudell de frutos secos. Una competición cumbre entre las escuelas de hostelería españolas.
Recientemente ha sido el ganador de la XII edición del Concurso de Recetas TAISI celebrado en Calatayud (Zaragoza) con su creación “Raíces de Oro” -un concurso que promueve la innovación sin renunciar a los valores de tradicionales, el respeto por las raíces, y presérvalas a través de la cocina- destacando sus excelentes cualidades, inteligencia y exquisitez a la hora de lograr el reto que se había propuesto, con una maestría y ejecución extraordinarias, un postre en el que Alejandro ha jugado magistralmente con el sabor prohibido del jengibre, un dessert que bien podría incluirse en las cartas más distinguidas de la alta confitería europea, dignas del Café Central en el corazón de Viena, o el Cafe Reichard junto a la Catedral de Colonia en Renania (Alemania) o la pastelería preferida de Sisí Emperatriz El Gerbeaud en la Plaza Vörösmarty de Budapest recreando el ambiance de la belle epoque permitiéndonos disfrutar de una calidad del producto siempre preferida, y habilidades que se unen para deleite de todos los que sepan apreciar estas obras de arte que educan el paladar y lo transforman, seduciéndolo, consiguiendo estándares mucho más saludables, refinados e innovadores que nos acercan ingredientes desconocidos para el gran público, que tras una correcta y acertada combinación y armonía se convierten en el placer más absoluto, superando lo convencional sin estridencias, en cuanto a las técnicas utilizadas, una innovación que conserva valores y sabores tradicionales. Espacios donde la gastronomía es mucho más que una forma de expresión cultural, llegando a ser una manera de vivir, enriqueciendo todos los aspectos de la vida, y dando una idea del nivel de desarrollo de esa población, país, territorio, y no únicamente de su sentido del gusto.
Alejandro puede considerarse ejemplo de esfuerzo y perseverancia, un espejo en el que mirarse la juventud de Castilla y León, la de esta España nuestra con una rica y extensa oferta gastronómica valorada con nota por los paladares más críticos y exquisitos de otras zonas del planeta, y donde es muy probable que más pronto que tarde veamos cómo este chico abulense con raíces segovianas comienza a ser valorado dentro y fuera de nuestras fronteras por su trabajo y dedicación como chef especializado en elaboraciones creativas y experimentación que, eventualmente, llevan a una mejora de la técnica y en consecuencia de la receta.